La psicoterapia es un espacio de encuentro humano basado en una buena comunicación, en el que una persona comparte sus problemas, miedos, dudas y preocupaciones con el terapeuta. Ese encuentro ha de servir para que la persona que sufre se enfrente a sus miedos y encuentre esperanza y salida a sus problemas. Para ello es fundamental que se dé una relación humana y terapéutica en la que la persona se sienta segur@ y confiad@.
Cuando alguien viene por primera vez, se le hace una pregunta sencilla, pero tras la cual hay toda una biografía llena de valía y sentido: "¿qué te pasa?". A menudo no se tiene muy clara la respuesta, dado que los problemas psicológicos son problemas de la vida, y la vida está llena de circunstancias. Aclarar cuál es el problema(s) que trae la persona y los factores que lo mantienen es la tarea de las primeras sesiones. Para ello, es necesario que el consultante se responsabilice de su terapia desde el primer momento y tome un papel activo en ella. Siempre tendrá el control de lo que sucede, y acuerda junto al terapeuta los objetivos de la terapia y el alcance de ésta.
Sin dejar de focalizarnos en el problema principal, terapeuta y cliente hacen un recorrido por la vida de éste, localizando las fuentes de la neurosis y los posibles traumas que le impiden avanzar, encontrar la paz interior y un equilibrio personal y social saludable. Si se dan las condiciones necesarias, el trauma(s) se trabaja a través de EMDR.
En mi forma de trabajar utilizo un enfoque cercano, humanista e integrador en el que hay cabida para diferentes técnicas y recursos de otros modelos psicoterapéuticos eficaces (cognitivo-conductual, sistémico, ACT, etc.). Siempre se trabaja desde el "aquí y ahora", lo cual significa que se ayuda a la persona a contactar con lo que siente, con lo que piensa, con sus sensaciones físicas, con su respiración... Ese proceso va debilitando los mecanismos de defensa y ayuda a tomar conciencia, a darse cuenta del origen del sufrimiento, de la manera en la que se piensa, a darse cuenta de las actitudes inconscientes hacia uno mismo y hacia la vida.
La terapia ha de capacitar a la persona para enfrentar sus problemas desde puntos de vista diferentes, para generar conductas más adaptativas y encontrar nuevos sentidos al arte de vivir.